hueco,
fosa,
tumba,
sepulcro,
templo.
La mujer entierra en su propio pecho,
siembra en sus propios poros,
germina en su propio sexo.
La mujer renace en el día,
es más brillante en la noche,
viene y va como las olas,
causa estragos y
sacrifica para sus adentros.
La mujer muere húmeda,
se llueve en todos.
La mujer guarda sus cartas bajo la falda,
tiene una espada,
un corazón
y un trébol negro lleno de suerte.
La mujer es una espina,
es un jardín morado de lavandas.
La mujer, a veces viva,
más veces muerta.
La mujer, a veces muerta,
más veces viva.
Paola Muñoz
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